Ante las propuestas de los candidatos presidenciales, dos economistas conversan sobre la conveniencia de bajar impuestos e incrementar el gasto fiscal utilizando el Fondo de Estabilización Fiscal (FEF). Aquí el diálogo entre Maynardo (M), a favor, y Adamo (A), en contra.
M: ¿Has escuchado las ofertas electorales? Los candidatos quieren usar el FEF para lanzar un shock de inversión pública e infraestructura para los más pobres...un verdadero “shock social”. ¡Keynes vive!
A: Sería un grave error usar el FEF para financiar un shock de inversión pública cuando ni siquiera podemos dar seguridad a los ciudadanos. Además, el FEF es el ahorro que tenemos para enfrentar una emergencia como un terremoto o una nueva crisis financiera mundial. ¿Acaso la economía peruana está atravesando una crisis?
M: No seas “pinchaglobos”. El Perú requiere de carreteras, agua potable, escuelas y hospitales. Es una barbaridad que con tantas carencias el MEF se empeñe en mantener recursos fiscales sin utilizar.
A: Nadie se opone a más infraestructura. El problema no es el tamaño sino la calidad de la inversión pública. La experiencia muestra que el Estado es muy malo gastando. Las Interoceánicas, Talara y otras “joyas” son elefantes blancos de dudosa rentabilidad social. Cada sol en un mal proyecto es un sol menos en el bolsillo del ciudadano o un sol menos para mejorar los servicios públicos . Al final la víctima es el ciudadano que financia las malas inversiones del Estado con sus impuestos y no recibe servicios públicos de calidad a cambio. ¿No es mejor promover asociaciones público-privadas y hacer más concesiones en las que los privados corran efectivamente con parte del riesgo? Cuidemos el ahorro público, no lo dilapidemos.
M: No se va a dilapidar nada. Si se usa el FEF entonces la economía crecerá, aumentarán los ingresos del fisco con lo cual el Fondo se repondrá. Si no usas los ahorros cuando la economía está creciendo lento entonces ¿para qué ahorras? Hay que tener política fiscal contra cíclica que aumente el gasto público cuando la economía crece por debajo de su potencial.
A: Pero ¿Cómo sabes que la economía está por debajo de su nivel potencial y que necesitamos de políticas anti cíclicas? La caída en el cobre es más bien permanente. ¿Por qué un sol de gasto público es más rentable para la sociedad que un sol de gasto privado? ¿Qué te garantiza que la expansión del gasto público va a generar crecimiento económico? Y ¿cómo vas a pagar por el déficit fiscal que se va a generar? Además, no se puede usar fuentes transitorias de financiamiento, como el FEF, para incrementar la inversión pública de forma permanente.
M: Vamos por partes como Jack el Destripador… La teoría macroeconómica demuestra que el gasto público genera un efecto multiplicador en la economía…
A: ¡Un momentito! Eso es lo que Robert Barro llama “voodoo multipliers”. Nadie ha demostrado jamás que el multiplicador del gasto público sea mayor que 1, es decir, que por cada sol que gasta el Estado el PBI crezca más que 1 sol. Si ello fuera cierto el Estado sería como un mago que, con la varita mágica del gasto público, multiplica los bienes de la economía. En la realidad cada sol de gasto público es un sol menos de gasto privado. Y, excepto en rubros como seguridad o cuidado del medio ambiente, el sector privado es mucho más eficiente que el público.
M: No estás teniendo en cuenta los recursos ociosos que existen en toda economía recesada. Poner en funcionamiento la capacidad instalada de la industria y poner a trabajar a los desempleados con más compras gubernamentales e infraestructura sí podría hacer la “magia” de hacer que por cada sol de gasto público el PBI crezca más que un sol.
A: ¿Acaso la economía está recesada? Hasta donde yo sé sigue creciendo. Así lo estuviese ¿por qué gastar solo 10,000 millones de soles del FEF? ¿Por qué no gastamos el íntegro, los casi 35,000 millones de soles del Fondo?
M: Eso sería irresponsable. Claramente nadie propone un desborde fiscal, sino una política anti-cíclica prudente. No caricaturices.
A: No es caricatura. Los keynesianos como tú y los asesores de los candidatos es que creen que el gasto público es la pomada milagrosa y que el déficit fiscal no importa. Por eso también proponen bajar impuestos. Lo único seguro de estas propuestas es que incrementarán el déficit fiscal, el riesgo país y las tasas de interés.
M: Ay Adamo…tú y tu fundamentalismo fiscal. La reducción de impuestos, en particular de los indirectos como el IGV, promoverá el consumo, facilitará la formalización de la economía e, incluso, incrementará la recaudación pues se ampliará la base tributaria.
A: A ver… Alan García redujo en 1% el IGV al final de su gobierno. ¿Qué impacto tuvo? Bajó la recaudación. El ministro Segura se embarcó en una reducción progresiva del Impuesto a la renta, ¿qué impacto tuvo? Bajó la recaudación. La curva de Laffer que dice que reducir la tasa de impuestos puede incrementar la recaudación debería rebautizarse como “el cuentazo de Laffer”. ¡No entiendo cómo estas ideas siguen encandilando a algunos economistas criollos!
M: Parcialmente de acuerdo. Soy un creyente en la inversión pública pero es probable que hoy no sea conveniente reducir impuestos, porque se requiere mayor recaudación para gastar más sin generar estrés sobre las cuentas fiscales. Humala prometió aumentar la presión tributaria a 18% del PBI. Gracias a su reducción de impuestos la recaudación del 2015 había disminuido a 15.2% del PBI, y este año será aún menor.
A: El próximo gobierno va a heredar déficit fiscal e ingresos tributarios estancados o en caída. No es prudente llenarnos de más gastos y, menos aún, reducir los impuestos para “impulsar la economía”.
M: En este escenario, hay que ir con cuidado en materia impositiva, tal vez explorar un esquema en que puedas diferir el pago del impuesto a la renta si reinviertes tus utilidades para promover la reinversión. Sin embargo, en materia de gasto, considero que con los recursos ahorrados en el FEF sí deberíamos promover un shock de inversión pública, “pero de la buena”…

No hay comentarios.:
Publicar un comentario