Nuestros economistas conversan sobre qué medidas se deberían tomar para poder crecer sostenidamente a tasas del 5% o superiores. Aquí el diálogo entre Maynardo (M), quien aboga por dinamizar la demanda agregada, y Adamo (A), quien se inclina por reformas estructurales para mejorar la productividad.
A: Estimado Maynardo, últimamente se ha puesto de moda decir que el Perú está estancado en la “trampa del ingreso medio”, ¿qué opinas?
M: La hipótesis de la “trampa del ingreso medio” explica una tendencia observada en economías pequeñas y abiertas que crecen en base al dinamismo de sus exportaciones. Estos países tarde o temprano pierden sus ventajas cuando sus salarios reales se encarecen producto del propio crecimiento. Consecuentemente, las exportaciones pierden dinamismo y el crecimiento del PBI per cápita se desacelera e, incluso, se estanca. Esta hipótesis se aplica fundamentalmente a economías exportadoras de manufacturas en las que el salario es un componente importante del costo. El Perú, en cambio, en un exportador de materias primas y no parece encajar en la dinámica de la “trampa del ingreso medio”.
A: Tampoco creo mucho en esta teoría. Aun cuando en los últimos años los salarios en la industria urbana crecieron en forma sustancial, concuerdo en que siendo las exportaciones manufactureras solo un 26% de las exportaciones totales, la desaceleración en el crecimiento que hoy observamos no tiene nada qué ver con la bendita trampa sino más bien con falta de reformas estructurales.
M: Creo que estás soslayando algo central: el Perú hoy no crece por falta de demanda. La inversión, pública y privada, está paralizada; el consumo público presenta cifras negativas y el consumo privado languidece. En una economía que se viene enfriando hace tiempo ¿cómo nos permitimos tener una política fiscal contractiva? Es una barbaridad.
A: ¿Cuál es tu receta para retomar el crecimiento por sobre el 5% Maynardo? No me digas… ¿reactivar la demanda con mayor gasto público para compensar el menor gasto privado?
M: ¡Por supuesto! Urge expandir fuertemente la demanda mediante tres medidas: (i) incrementar el gasto público, tanto el corriente como el de capital; (ii) empezar el proceso de Reconstrucción con Cambios para restablecer las condiciones productivas en la costa norte, a la vez que se expande el gasto público en infraestructura; y (iii) aumentar los salarios del sector público y la remuneración mínima vital. Con estas medidas se pone a trabajar nuevamente al país y se genera el círculo virtuoso de demanda-producción.
A: ¡Ay Maynardo! Tú y tu dogma de fe keynesiano. Aumentar el gasto público no es una poción mágica que lleve a crecimiento sostenido. Para comenzar, ¿cómo financiamos la expansión del sector público en medio del mayor déficit fiscal de este siglo? En segundo lugar, la calidad de la inversión del sector público deja mucho que desear. Proyectos con sobreprecio, como el Gasoducto del Sur o la Refinería de Talara, reducen el PBI en lugar de aumentarlo.
M: ¿Qué propones?
A: Hay que retomar reformas estructurales que incrementen la productividad, la única fuente de crecimiento sostenido en el largo plazo. Dinamizar la demanda solo nos ayudará a crecer en el muy corto plazo. Si fuera tan fácil como subir los salarios para así crecer, entonces los países no tendrían recesiones, pues bastaría con subir los salarios cada vez que las economías pierden dinamismo.
M: En el corto plazo tenemos que reactivar la economía de alguna manera. Parafreaseando a Keynes, si no nos hacemos cargo del corto plazo todos estaremos muertos en el largo plazo.
A: En el Perú subir el salario mínimo no funciona porque solo un quinto de los trabajadores están en planilla. Lo único que se origina al subirlo es incrementar la informalidad. No se puede mejorar los salarios por decreto.
M: El problema con ustedes los neoliberales es que ven a los salarios solo como un costo. Desde esa perspectiva, en materia laboral lo único que hay que hacer es flexibilizar y reducir salarios, así creen que se mejora la competitividad y se fomenta la inversión.
A: Elabora tu tesis.
M: Los salarios cumplen un doble papel: son un costo, pero también una fuente de demanda. Ello introduce un elemento que está ausente en tu modelo: una reducción del salario real o en la participación de los salarios en el ingreso nacional va a afectar el consumo doméstico, pues la propensión marginal a consumir de los trabajadores es mayor que la de los capitalistas.
A: Tu argumento es falaz. Hace más de 50 años que Friedman, Modigliani y otros demostraron que la propensión marginal al consumo keynesiana no es válida, pues el ingreso corriente no es lo que determina el consumo, ni de asalariados ni de nadie. El problema es ¿quién les va a dar la plata a las empresas para que suban salarios en primer lugar?
M: No voy a entrar en disquisiciones teóricas, mejor veamos la evidencia empírica. ¿Cómo le fue a Europa con el ajuste fiscal post-crisis del 2008? Mal. ¿Cómo les fue a los países que implementaron políticas expansivas, como los Estados Unidos? Mejor. El propio Oliver Blanchard, economista jefe del FMI, hizo un mea culpa en el 2012 al reconocer que el FMI no debió haber promovido políticas de austeridad fiscal.
A: Sin duda que el gobierno debe de dar un impulso fiscal en el corto plazo e iniciar la Reconstrucción con Cambios. Pero, para sostener el crecimiento se requiere nuevas reformar estructurales que mejoren la productividad.
M: ¿Cómo cuáles?
A: Reforma del Estado para hacerlo más eficiente y ágil, mejorar los filtros de la inversión pública para que no haya más elefantes blancos, mayor flexibilidad laboral, reforma de la justicia para garantizar derechos de propiedad y cumplimiento de contratos, reforma de la educación y la salud para mejorar nuestro capital humano, entre otras.
M: O sea que propones echar empleados públicos a la calle, reducir beneficios laborales, acabar con los sindicatos, reducir salarios reales… no entiendo cómo puedes creer que ello va a promover el crecimiento.
A: Parece que no nos entendemos…
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