En medio de la gran crispación política originada por la salida de Alfredo Thorne del MEF, nuestros economistas conversan sobre su legado. Aquí el diálogo entre Maynardo (M), crítico de Thorne, y Adamo (A), quien lo defiende.
M: Es una pena que Alfredo Thorne deje el Gabinete en medio de la controversia por la grabación de su conversación con el Contralor, pero la verdad es que su desempeño al frente del MEF ha dejado mucho que desear. Su “ajustón” fiscal es la principal razón por la cual la economía está en un punto neutro, su reforma tributaria es un fracaso y la inversión privada sigue en caída libre.
A: Vamos por partes y cucharadas querido Maynardo. Es posible que la magnitud del ajuste fiscal haya sido excesiva pero había que reducir el crecimiento del gasto y la inversión pública porque Humala nos dejó con el déficit fiscal más alto de este siglo. Y, como bien sabes, si el déficit fiscal no se reduce a tiempo se corre el riesgo de afectar nuestra calificación crediticia que tanto trabajo nos costó alcanzar.
M: No estoy de acuerdo. Reducir la inversión pública justo cuando la inversión privada estaba cayendo fue un grave error. El propósito de la política de estabilización es minimizar el ciclo económico, no amplificarlo. Nadie en el MEF puede estar contento con la reducción de 15% y 16% de la inversión pública en el último trimestre del año pasado y el primero de este año. Y los datos de abril y mayo nos dicen que la inversión pública sigue cayendo. Inexplicable.
A: ¡Ay Maynardo! Tú siempre viendo solo la demanda… Lo cierto es que Thorne ha sido el primer ministro de economía en años que ha planteado una preocupación legítima por la oferta. Las políticas de “supply-side economics” toman tiempo para rendir sus frutos. En estos meses, la desaceleración se agravó por el Niño Costero y por la paralización de proyectos generada por el escándalo Lava Jato.
M: ¿De qué “supply-side economics” me hablas si lo primero que hizo Thorne fue subir el impuesto a la renta? Hizo exactamente lo contrario a lo propuesto por los supply siders. Eso es una muestra más de las contradicciones entre el dicho y el hecho que marcó el paso de Thorne por el MEF.
A: Touché… Pero debes reconocer que la eliminación del SNIP y su reemplazo por invierte.pe es un paso adelante, aunque puede haber retardado la inversión pública en el 2017. Además, está el tema de El Niño y Lava Jato…
M: Puede ser, pero el descenso en la inversión pública viene de antes. Además, creo que implementar invierte.pe fue otro error de esta administración, pues es inferior al SNIP como filtro de la inversión pública. Con respecto al Niño, su efecto negativo sobre la inversión pública fue temporal; en cambio, las secuelas de Lava Jato sí son importantes. Ahora, los funcionarios tienen más miedo que nunca a firmar, pero Thorne y el gobierno lo único que han hecho en este campo es empantanar la relación con la Contraloría. De hecho, le costó el puesto.
A: Thorne quiso poner en marcha un ambicioso programa de reformas estructurales tendientes a aumentar la productividad y la formalización de la economía, para lo cual el gobierno presentó un paquete de decretos legislativos a comienzos de año. Que el Congreso haya eliminado algunos de estos decretos o que los beneficios de algunos otros todavía se sientan, no es culpa de Thorne.
M: Si por reforma estructural te refieres a su reforma tributaria no puedo estar más en desacuerdo. Bajar tasas impositivas y crear regímenes diferenciados para Mypes no ayuda a formalizar. Lo que las empresas harán es crear nuevas razones sociales a medida que crecen para pagar menores impuestos. En lugar de simplificar el sistema impositivo, lo complicaron. El único efecto de la reforma tributaria será reducir la recaudación. Hasta mayo los ingresos tributarios han caído 5%, y con menores ingresos va a ser más complicado financiar el crecimiento de la inversión pública.
A: Bahh… Tú sabes perfectamente que la razón principal de la caída en la recaudación es el enfriamiento en la economía, que es algo temporal. Además, si las empresas y personas pagan menos impuestos aumentará el gasto agregado. Lo que Thorne ha hecho es poner más dinero en los bolsillos del ciudadano, lo cual fomenta el consumo. Asimismo, la reducción en la tramitología impulsada por Thorne es esencial para incrementar la inversión y la productividad, y retomar altas tasas de crecimiento.
M: Si bien reducir trámites es un objetivo loable, carece de toda lógica pensar que la economía crece menos debido a la tramitología. Si ese fuera el caso, ¿por qué el Perú crecía rápidamente hasta el 2013? ¿Hubo acaso una explosión en los trámites a partir del 2014? ¡Por favor!
A: Hablas desde tu torre de marfil mi querido Maynardo. Tú no has sufrido la tortura que significa para las empresas pedir permisos y licencias, o presentar estudios cuya aprobación demora una eternidad. La tramitología es un pesado lastre que frena la inversión privada.
M: La desaceleración del crecimiento se debe a la caída en la inversión, la cual obedece a tres razones: la reducción en los términos de intercambio, frente a la cual nada se puede hacer; la ausencia de nuevos proyectos mineros importantes, en la cual el gobierno tiene responsabilidad parcial; y la caída en la inversión pública, que empezó con Humala y que PPK y Thorne han continuado.
A: De acuerdo con que hay que incentivar la inversión privada, pero ello ha sido muy difícil por los escándalos de corrupción de las constructoras brasileras. El destrabe de proyectos no se juega solamente en la cancha del MEF, sino que también intervienen el Ministerio Público y el Poder Judicial.
M: ¿De qué destrabe me hablas? Lo único que parecen querer destrabar es justamente los megaproyectos que están llenos de cuestionamientos como el Gasoducto Sur –que gracias a Odebrecht se quedó sin financiamiento–, o la Refinería de Talara, otro elefante blanco. Y la cereza de la torta fue el lamentable episodio de Chinchero, que grafica a una administración que no sabe priorizar qué proyectos destrabar.
A: ¡Es un tema espinoso!
M: "Indeed, it's a Thorny affair", diríamos en inglés...
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